martes, 29 de noviembre de 2011

Todo lo que muere. John Connolly.


   Hacía tiempo que quería participar en una lectura conjunta y cuando vi que Bookworm, de Bitácora de (mis)lecturas proponía una y encima de novela negra y de un libro que yo tenía en casa, no me pude resistir.

    El caso es que yo ya había intentado leer Todo lo que muere de John Connolly y lo había abandonado, no recuerdo exactamente a qué altura. Siempre había querido darle otra oportunidad pero nunca me animaba, este lectura conjunta fue el momento ideal y, aunque ya se han hecho reseñas estupendas de él y yo no voy a contar nada nuevo, seguramente, ahí va la mía.


    En otras reseñas he leído que la calificaban como una novela negra, negra, negrísima. Yo apoyo la moción. No porque sea muy típica de este género, en eso creo que es normalita, si no porque es oscura desde que empieza hasta que acaba, con crímenes horribles, personajes de lo más mustio y escenarios tremendamente oscuros. ¡Madre mía, si no sale el sol ni un poquito!

    En fin, vamos por partes. La novela arranca con el asesinato, descrito con pelos y señales, de la esposa y la hija de Charlie Parker, alias “Bird”,en ese momento, inspector de policía. Un asesinato brutal del que él mismo es sospechoso y que provoca que abandone la policía y se hunda en la más absoluta desesperación. Su matrimonio no iba especialmente bien y cuando asesinaron a su familia él se encontraba en un bar, emborrachándose, para olvidar la última pelea que había tenido con Susan, su mujer.
Varios meses después de que esto ocurra un antiguo colega del cuerpo le pide ayuda a Bird. Ha desaparecido una joven y quiere que la encuentre. A partir de ahí comenzaremos a vivir un auténtico caos de personajes, crímenes y momentos peligrosos acompañando a este atormentado detective privado.

    Debo decir que me gusta la novela negra americana, la clásica, la de detectives privados con un pasado complicado, que rozan continuamente la frontera de la ilegalidad, conocen gente en todas las esferas dela sociedad y nunca ganan del todo. Charlie Parker, el protagonista de Todo lo que muere es así en muchos aspectos pero, bajo mi punto de vista, le falta algo de carisma para llegar a la altura del gran detective Marlow, por ejemplo. Además, él no roza la ilegalidad, la pasea tranquila y claramente.

    Creo que no estamos ante una novela policiaca americana al uso, compartimos el ambiente y un protagonista atormentado y triste pero la acción y la trama son más brutales y trepidantes y en ella hay un leve carácter sobrenatural, algo poco común es este tipo de lecturas. Además, aunque sí encontramos un personaje muy definido y atractivo en Bird, su relación con el mundo y con los que le rodean no acaba de dibujarse con claridad. Conocemos a lo largo del libro un sin fin de personas, tantas que llegamos a confundirnos y a tener que volver atrás para recordar quiénes son pero ninguno tienen fuerza suficiente para acompañar a un principal tan marcado como este. Ni siquiera Ángel y Louis, la pareja de homosexuales por la que casi todos los lectores nos hemos sentido más atraídos acaba de llenarnos y de decirnos todo lo que cabría esperar de ellos.

    Por otro lado, el hecho de que tengamos dos tramas que se cruzan levemente pero que, realmente no están relacionadas, hace que el libro se nos haga un poco largo. Cada historia por separado daba para mucho, no acabo de entender porqué el autor las une.

    En mi caso, me ha resultado un poco complicado de leer. Al principio me costó mucho situarme porque hay una serie de saltos en el tiempo que me tenían de lo más confundida y desorientada. Cuando conseguí cogerle el hilo, el hecho de que hubiera tantos personajes también me despistó bastante y por último, la brutalidad de los asesinatos y el morbo con el que se describen han hecho que tuviera muy mal cuerpo durante toda la lectura. Además, los asesinos en serie me dan mucho miedo.

   En fin que, aunque reconozco que el libro está bastante bien escrito y que tienen muchos aspectos muy atractivos, a mí no me ha terminado de convencer. Me ha gustado el hecho de que esté narrado en primera persona, me ha gustado el personaje de Charlie Parker, me ha gustado la ambientación... pero todo se me ha quedado un poco cojo y he echado de menos una investigación más clara, que el lector pueda seguir con más facilidad e intriga. Me ha faltado la duda de quién sería “el malo” porque en ambos casos lo veía venir y además, al no llegar a conectar con los personajes tampoco he tenido esa sensación de cerrar un episodio tan propia de la novela policiaca.


    Charlie Parker tiene su propia serie de libros pero me parece que yo voy a tardar en volver a plantearme un encuentro con él. Sí tengo muchas ganas de leer, sin embargo, sus dos novelas juveniles, Las puertas del infierno y El libro de las cosas perdidas porque, aunque en lo policiaco no me acaba de enganchar, me parece un gran escritor.

    Para terminar, quiero darle las gracias a Boorkworm por haber organizado esta lectura conjunta y aquí os dejo la lista de las reseñas de los otros blogs que han participado. Si no lo habéis hecho ya, echadles un vistazo porque son muy buenas.

- Carmina del blog "De tinta en vena".
- Atram 14 del blog "Leer sin prisas".
- Bookworm del blog "Bitácora de (mis) lecturas".
- Kristineta del blog "Cris y sus mariposas".
- Icíar del blog "Los mil y un libros".
- Jesús del blog "La caverna literaria".
- Trescatorce del blog "Rock and Roll dreams".
- Dsdmona del blog "El mundo de Dsdmona".
- Margari del blog "Mis lecturas y mas cositas".
- Tatty del blog "El universo de los libros".
- Mocca del blog "Sintonia Literaria".
- Carmen del blog "Carmen y amigos".
- Silvibil del blog "Libros y cosas queme gustan".
- Rebeca de Winter del blog "Negro sobreblanco".
- Laky del blog "Libros que hay que leer".
- Cartafol del blog "O meu cartafol".
- Matilda del blog "Cuando Matilda se haga mayor".
- Luisa del blog "Aquí me quedé".
- Deigar del blog "Espiral de letras".
- Marina del blog "El devorador de libros".

jueves, 17 de noviembre de 2011

Las huellas imborrables. Camilla Läckberg.


      Si el blog de literatura infantil ha estado un poco abandonado estos días, el de literatura de adultos, osea, este, no digamos. Pero ya estamos de vuelta y esta vez con una novela que ya ha sido muy comentada por la blogosfera y que, en general ha gustado mucho.


   Como buena lectora del género policiaco que soy, descubrí a Camilla Läckberg con su primer libro, La princesa de hielo y en ese caso me gustó mucho la historia y lo pasé muy bien leyéndola. No me pareció una obra de arte, pero sí era entretenida, enganchaba desde el principio y se leía muy bien. Además, me gustaba cómo estaba ambientada.

    Fue un éxito así que, más adelante, fueron saliendo nuevos títulos y yo seguí leyendo las aventuras de la escritora Erica Falck y su pareja Patrik Hedström en el pueblo de Fjällbacka.

    Debo reconocer que, con el paso del tiempo, los dos personajes principales, sobre todo Erika, han ido gustándome cada vez menos y que las tramas, tan retorcidas como dramáticas han llegado a cansarme un poco pero, sea como sea, siempre he abierto el libro y me he quedado automáticamente enganchada a sus páginas y su lectura me ha durado un par de días, no más.


    En este caso nos encontramos a Erika frente a la tarea de escribir un nuevo libro y a Patrik en plana baja paternal, cuidando de la pequeña Maja y en medio de esta situación, algo estresante para ambos, la tranquila vida del publecito en el que viven se va a ver truncada por el descubrimiento del asesinato de un vecino, Erik Frankel, historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial y al que la pareja había visitado poco antes de su muerte para preguntarle sobre una medalla nazi que habían encontrado en el desván. La investigación del suceso se mezclará en su rutina, no solo porque Patrick tratará de estar al tanto de la misma sino porque, los antiguos diarios de la madre de Erika, que también estaban en el desván, les descubrirán muchas cosas de la época en que los alemanes ocuparon Noruega.

    Me ha gustado este libro, aparte de por el misterio, por el contexto histórico en que se sitúa. Ya Mankell habla del papel que jugó Suecia en la Segunda Guerra Mundial en El hombre inquieto, pero en este libro vamos a conocer un poco de cómo se vivió la ocupación de Noruega en los pueblos fronterizos, del papel que jugaron sus ciudadanos en la resistencia contra los nazis y de cómo afectó a sus vidas.


    Como siempre, el asesinato sacará a la luz oscuros secretos y poco a poco nos iremos enterando de cosas que nos harán querer saber más hasta que consigamos atar todos los cabos. Camilla Läckber consigue que recorramos las páginas de su libro con avidez gracias a la ligereza y agilidad de su texto y al hecho de que cada capítulo nos trae nuevas pistas y también nuevas dudas.

    No la considero, como dicen mucho, “la Mankell femenina”, no me gustan este tipo de comapraciones y considero que son dos escritores muy distintos, aunque los dos escriban novela negra. A mí, personalmente, me gusta más Henning Mankell, pero me agrada leer los libros de Camilla Läckberg, me lo paso bien haciéndolo y, aunque Erika no consiga volver a caerme bien, seguiré esperando sus próximas historias.
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